También este año, en el papel de educational partner exclusivo, el Istituto Marangoni ha aportado su contribución al Wired Next Fest, el festival italiano más importante que, ya en su décima edición, celebra y habla sobre la ciencia, la tecnología, el business, la red, la investigación, la innovación social, el deseo de cambio y la evolución. En su discurso "People on the edge" Francesca Giulia Tavanti, speaker de excepción, guiará al público en un debate sobre la relación cada vez más sinérgica entre el mundo de la moda y él del arte, a través de nombres e historias de personajes y el cuento de una proliferación cada vez mayor de colaboraciones e incursiones recíprocas. Señales muy importantes tanto para el presente como para una mirada hacia el futuro: la demostración de que el potencial de este interesante diálogo aún no se ha investigado por completo. “People on the edge” de Francesca Giulia Tavanti El debate sobre la relación entre el arte y la moda vuelve a calentar los ánimos, al hacer nuevas preguntas y, sobre todo, buscar nuevas respuestas a una relación que, de hecho, siempre ha existido. El arte y la moda siempre han dialogado entre ellos. No hay época en la historia de la humanidad, en la que estos dos mundos no se hayan alimentado mutuamente a través de contaminaciones, superposiciones, traspasos y colaboraciones reales. Sin embargo, esta relación fructífera pero igualmente compleja ha generado continuamente una gran controversia. Perteneciente a la esfera "alta" del conocimiento humano, el arte siempre ha enfatizado las diferencias y ha mantenido a la "hermana menor" a una debida distancia. Por su parte, la moda, confinada al nivel más bajo de la cultura, porque funcional y directamente conectada a la vida real, ha intentado varias veces obtener su legitimización recurriendo a la inmensa herencia del arte. ¿Este rescate finalmente tuvo lugar? Quizás todavía no del todo, pero las cosas han cambiado mucho en comparación con el pasado. Los profundos cambios que se han producido en el arte durante el siglo pasado han cuestionado su propia identidad, haciéndola bajar o, sería más correcto decir, arrojándola, desde el pedestal ancestral donde siempre se ha colocado. De la misma manera también ha cambiado radicalmente la relación del arte con el concepto de tiempo. El arte contemporáneo no se caracteriza por su vocación a la eternidad, sino al aquí y ahora como por ejemplo, la performance. ¿Sinónimo de tiempos que mudan y de una sociedad mucho más vinculada a su propio presente que al pensamiento del mañana? Quizás sí, y quizás por esto, el arte y la moda, al ser testigos de una sociedad que ha cambiado y continúa cambiando de manera vertiginosa, también en respuesta a las nuevas tecnologías, se están acercando cada día más. Instagram es uno de los principales protagonistas responsables de la revolución de la época desencadenada en nuestras vidas en los últimos diez años, y su impacto en el arte y la moda también ha sido notable. De hecho, esta plataforma ha cambiado la manera en la que producimos, comunicamos, vendemos y consumimos tanto obras de arte como productos relacionados con el mundo de la moda. Ninguna de las dos partes en juego en ambos sistemas está exento de una revisión de su función dentro del paradigma de esta red social, donde las palabras clave son notoriedad y capacidad de permanecer en la cresta de la ola, una expresión que está mas vinculada al aquí y ahora que no a la eternidad. Nuestra sociedad, así transformada por el cuadrado mágico, parece ser el contexto perfecto para el comienzo de un nuevo capítulo en la relación entre arte y moda. La proliferación de colaboraciones y las incursiones recíprocas son señales muy importantes: la demostración de que el potencial de este fructífero diálogo aún no se ha agotado por completo.     Francesca Giulia Tavanti Profesora de arte en el Istituto Marangoni de Florencia      

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